Las grandes ciudades del mundo se ahogan en el tráfico, y La Paz, la sede del Gobierno de Bolivia, no es una excepción. Más de dos millones de habitantes viven en el área metropolitana extensa de la ciudad, que se ubica a una impresionante altura de 3000 a 4100 metros sobre el nivel del mar en el corazón de los Andes. Edificios de ladrillo rojo se agolpan en un valle y forman densos conglomerados en las empinadas pendientes. Al oeste, el gris del hormigón se mezcla con el rojo del ladrillo. A una altitud de 4100 metros sobre el Altiplano andino, donde la presión atmosférica es todavía menor, La Paz se funde con su ciudad hermana, El Alto.
Cerca de un millón de habitantes viven en el antiguo asentamiento de población obrera. El Alto es básicamente una ciudad dormitorio. Ir al trabajo o acudir a las autoridades públicas supone en la mayoría de los casos tener que desplazarse hasta La Paz. Antiguamente, esto significaba emprender un viaje de hasta dos horas por carretera, ya fuera en un minibús atiborrado o en automóvil, en medio de un tráfico muy poco fluido. Dadas las condiciones topográficas locales, existen pocas carreteras principales anchas entre La Paz y El Alto, y las pendientes extremas hacen prácticamente imposible la construcción de un metro.
«Colores de La Paz» – desplazamiento diario en cabinas de colores
En La Paz se implantó una red de teleféricos como medio de transporte público alternativo y, desde 2014, cabinas de colores se desplazan flotando silenciosamente y sin emisiones sobre el mar de edificios de la ciudad. Las cabinas de color rojo, verde, azul celeste, azul marino, amarillo, naranja, púrpura, marrón café, blanco y plata son todas propiedad de Mi Teleférico, la red de teleféricos urbanos instalada a mayor altura del mundo – y también la más larga, con más de 30 kilómetros.
Las diez rutas que ofrece actualmente Mi Teleférico cubren 26 estaciones y conectan El Alto y La Paz así como los sectores norte y sur de la ciudad de La Paz. Desplazarse entre las dos ciudades hermanas supone ahora una fracción del tiempo que hay que emplear para hacerlo en autobús o en un vehículo privado. Planear a 65 metros o más sobre el suelo invita a relajarse y a contemplar el panorama de montaña. En días claros, el monte Illimani cubierto de nieve, a más de 6400 metros de altura y cercano a La Paz, parece casi poder tocarse con los dedos.