Desde un punto de vista estricto, la historia de las comunicaciones inalámbricas comienza con Heinrich Hertz, quien, en 1886, fue el primero en generar y demostrar la existencia de las ondas radioeléctricas. En 1912, el primer sistema de radiotelegrafía desarrollado por Guglielmo Marconi permitiría enviar un mensaje de SOS a bordo del Titanic mientras se hundía. Una vez que se alcanzó el dominio de los principios físicos básicos pudo ponerse en marcha la estandarización de las comunicaciones móviles.
Los comienzos: 1G y 2G
La primera generación celular (1G) se recuerda por su transmisión de voz analógica y por los aparatosos teléfonos móviles, que muy poco tenían que ver con los dispositivos actuales.
En 1982 se fundó el Groupe Spécial Mobile (GSM), que supuso el pistoletazo de salida de la tecnología celular en toda Europa. La idea consistía en asignar frecuencias de telefonía móvil solamente a los operadores que aceptaran utilizar el estándar GSM, de modo que los sistemas de desarrollo independiente quedaron relegados al olvido. Los viajeros ya no tenían que comprar un dispositivo móvil distinto para cada país europeo.
2G introdujo la transmisión de voz digital y el servicio de mensajes cortos (SMS). Paralelamente, emergió un nuevo tipo de ecosistema formado por operadores de redes, proveedores de infraestructura, fabricantes de dispositivos y especialistas en test y medida.