Además, las señales de los satélites visibles no solo se reciben mediante la línea de mira (LOS), sino también por reflexión en edificios cercanos u otros obstáculos. Naturalmente, los requisitos en el lado del receptor aumentan con la evolución en las constelaciones de los GNSS, y hacer simulaciones realistas se hace más complejo, además de costoso en el aspecto computacional.
Los ingenieros que desarrollan nuevos receptores capaces de procesar señales multiconstelación necesitan un simulador de alta precisión y versátil para validar la funcionalidad y el rendimiento. El simulador debe poder proporcionar señales a cualquier combinación de GNSS (p. ej. GPS, Galileo, GLONASS o BeiDou), así como frecuencias de la forma más realista posible. Por lo tanto, su presupuesto para canales debe ser lo suficientemente amplio para cubrir todos los vehículos espaciales visibles, el elevado número de servicios de posicionamiento (como el L1 C/A o el E1 OS) y también los ecos reflejados. Además, los ingenieros deben estar capacitados para tomar nota de las características de propagación de señales, como los efectos troposféricos e ionosféricos; las características de sistemas, como errores de órbita y de reloj; y el entorno del usuario, p. ej., el sombreado y otras deficiencias.