Su misión
Recientes avances en los estándares celulares y no celulares muestran una clara tendencia hacia mayores anchos de banda, así como a modulaciones de órdenes superiores. Esto afecta de manera directa a los requerimientos de rendimiento de la magnitud del vector de error (EVM) tanto de los dispositivos como para la instrumentación de prueba y medición. Por ejemplo, la versión más reciente del estándar IEEE 802.11be duplicó el ancho de banda máximo de 160 MHz a 320 MHz y apuesta por órdenes de modulación de hasta 4096QAM. En consecuencia, este estándar establece el límite de la magnitud del vector de error cuando se utiliza una modulación de 4096QAM a –38 dB, que es considerablemente más exigente que los límites en anteriores estándares Wi-Fi®. Dado que este límite se aplica a nivel de sistema, los requisitos de la magnitud del vector de error a nivel de componente tienen que ser aún más exigentes a fin de asegurar que la magnitud del vector de error general a nivel de sistema esté en conformidad con el estándar. Por lo tanto, los fabricantes de amplificadores y chips de Wi-Fi® esperan analizadores de señal y espectro con una magnitud del vector de error residual entre –53 dB y –55 dB para asegurarse de disponer de un margen suficiente para una caracterización confiable de componentes.
Los requisitos de rendimiento de la magnitud del vector de error también están volviéndose más exigentes en escenarios de prueba OTA de la red 5G, donde los niveles de señal suelen ser muy bajos debido a la pérdida de trayectoria en espacio libre. El rendimiento de la magnitud del vector de error del analizador de señal y espectro tiene que ser lo suficientemente bueno para manejar estos tipos de niveles de señales.
Estos requisitos representan un verdadero desafío, incluso para un instrumento de gama alta con un rendimiento de RF sobresaliente, como el analizador de señal y espectro R&S®FSW. La exigencia de mejoras para aumentar el rendimiento de la magnitud del vector de error está aumentando de manera considerable.