Su misión
La validación del rendimiento de un receptor de microondas o radiofrecuencias puede desglosarse en dos tareas. En primer lugar, verificar el rendimiento con las señales conocidas como "buenas" para determinar la calidad del receptor bajo las condiciones ideales. A continuación, cuando el receptor está funcionando en un entorno limpio, el entorno de la señal puede degradarse para determinar cómo opera el receptor en entornos reales más complicados.
Para determinar el rendimiento del receptor correctamente bajo condiciones ideales, es importante ser capaz de probar cómo manipula las señales que están en los extremos de los rangos operativos del receptor. Esto supone probar los niveles de potencia más altos y bajos, en ambos extremos de la banda de frecuencia operativa, con las señales más amplias y rápidas. Para cumplir con estos requisitos, el generador de señales debe proporcionar estas señales de forma flexible pero, aún más importante, debe ser capaz de proporcionar estas señales de forma muy limpia.
El objetivo es medir y determinar el rendimiento del receptor, no el del generador de señales, por lo que las especificaciones de pureza de señal del generador de señales son cruciales.
Probar en condiciones distintas a las ideales o con señales más realistas es una forma obvia de cuantificar cómo funcionará el receptor cuando esté operativo; sin embargo, plantea más exigencias al generador de señales y al sistema de medición en general. Las pruebas comunes incluyen la determinación de la sensibilidad del receptor y su capacidad para demodular una señal "deseada" de baja potencia en presencia de señales interferentes no deseadas de alta potencia. Básicamente, es una comprobación para determinar si el receptor puede ignorar estas señales no deseadas y operar correctamente. Otra prueba es la determinación de si el receptor puede seleccionar y demodular la señal necesaria de un espectro congestionado. Ambas pruebas normalmente requieren al menos dos generadores de señales, uno para producir la señal que va a demodular el receptor y un segundo generador para producir la señal interferente. El uso de este segundo generador añade complejidad a la tarea. No solo requiere un cableado externo y combinadores para unir las señales, sino que además, cuando la aplicación llama a señales con saltos, con variaciones temporales o impulsos, estas dos fuentes de señal deben estar sincronizadas con precisión.