Dr. Nik Dimitrakopoulos, segmento de mercado de automoción
«Los coches modernos suelen tener más de 100 unidades de control electrónico (ECU) conectadas a través de diferentes redes de bus de bordo de los vehículos. Estos buses se utilizan para intercambiar información y coordinar el control. La tecnología de conducción autónoma crea una demanda de tráfico de datos de velocidad mucho mayor dentro de los sistemas de comunicación a bordo de los vehículos. Hoy en día, hablamos de 100/1000BASE-T1. Mañana, serán velocidades de varios gigabits. Para verificar la funcionalidad y calidad de estos flujos de datos, los ingenieros de automoción deben ser capaces de buscar señales específicas, disparar, decodificar, medir la diafonía y realizar ensayos de conformidad».