De un estado de crisis a la rutina diaria

Teletrabajo y comunicación avanzan a un mismo ritmo

¿Cómo han influido el coronavirus y las decisiones de la Task Force, el equipo de trabajo especial durante la pandemia, en la rutina diaria laboral? Nuestros empleados tienen una respuesta clara a esta pregunta: la proporción de miembros de la plantilla en régimen de teletrabajo ha aumentado de forma notable en todo el mundo, alcanzando cotas cercanas al 100 % en muchos departamentos.

También ha cambiado radicalmente la forma de comunicarnos dentro de nuestros equipos. La comunicación ya no es algo que surge de forma espontánea en los pasillos, y echamos de menos las amenas conversaciones de las que disfrutábamos en las cocinas comunitarias o durante la comida. Lucie Kortusová recuerda: «No ha sido una situación fácil para nosotros. Hemos aprendido a gestionar equipos de forma remota, desde casa y a través de Skype». La directora de marketing del área de relaciones públicas y RR. HH., que trabaja en Vimperk, tuvo que dejar de recibir a los visitantes, y los viajes desde la planta a otras dependencias desaparecieron igualmente de su agenda. «Se cancelaron los congresos y las ferias, y las oficinas se sometieron a una remodelación», relata.

Al margen de las limitaciones, sin embargo, descubrimos que la posibilidad de trabajar desde casa facilita muchas cosas. Hay ciertas cosas, como los cursos de formación en línea que se han instituido, en las que resulta más fácil concentrarse desde la comodidad del escritorio doméstico. Los largos desplazamientos hasta el lugar de trabajo han pasado a la historia, y los empleados pueden estructurar su jornada laboral de forma más flexible.

Juntos somos más fuertes

El pasado año y medio nos ha marcado a todos y a cada uno de nosotros. Lucie Kortusová recuerda especialmente cuando ella y sus compañeros aprendieron a coser mascarillas, al principio, cuando era imposible conseguirlas. Un momento esencial para Martina Renner fue cuando volvieron a permitirse de forma esporádica los primeros viajes de negocios en verano de 2020. «Evidentemente, había muchas cuestiones por resolver», explica la auxiliar de equipo de Múnich. «La Task Force respondió a mis preguntas rápidamente, aportándome información verdaderamente útil. Así, me fue posible hacer que los miembros de mi equipo viajaran con la conciencia tranquila y garantizar que se sintieran seguros en todo momento».

La compañía se tomó el coronavirus en serio desde el primer momento, y actuó con decisión. Se desarrollaron e implementaron protocolos de protección, se facilitaron medios de desinfección y test rápidos, y se organizaron mascarillas para todos los empleados. Todo aquel que pudiera hacerlo, trabajó desde casa, y en las instalaciones de la compañía se vigiló y mantuvo el distanciamiento físico. En muchas plantas se están llevando a cabo programas de vacunación a pleno rendimiento. «Siempre tuve la sensación de que reinaba una actitud general positiva que decía: "Ánimo, compañeros, juntos lo lograremos", señala Dennis-Peter Merklinghaus, Senior Content Manager y PR Manager en Múnich.

Aprender de y con los demás

La Task Force lo reafirma: al final de la crisis es importante reflexionar de forma sistemática sobre las lecciones aprendidas con efecto a largo plazo. «Nuestra Task Force interdisciplinaria ha demostrado que tratar a los demás como iguales y buscar la mejor solución es algo que solo podemos conseguir juntos», puntualiza Nikolas Brink. ¿Entonces, todo a vuelto a su cauce habitual? Desde luego que no. La crisis saca a relucir las cosas que son realmente importantes. En algunos casos, gracias a ello han germinado planteamientos totalmente nuevos, p. ej. en materia de TI, en la comunicación en tiempo real. Muchos de estos cambios han sido acogidos de forma muy positiva por los empleados y seguirán practicándose. «La necesidad de ser lo más flexibles posible nos ha exigido mucho esfuerzo –y a menudo, nos ha llevado a la mejor solución», apunta Holger Schötz. «Nos reconforta comprobar que R&S ha logrado mantener la seguridad y la estabilidad durante la crisis».

¿Qué han aprendido nuestros empleados? «Que el modelo del teletrabajo también puede funcionar», indica Frank Adämmer, desarrollador de sistemas en la planta de Hamburgo. Anne Cowper, vicepresidenta de RR. HH. para R&S en EE. UU., corrobora: «Lo que más me impresionó fue la rapidez con que fuimos capaces de adaptarnos». Nuestros compañeros están seguros: en el futuro seguiremos celebrando cada vez más reuniones virtuales, y también pasaremos mucho más tiempo trabajando en casa de lo que lo hacíamos antes de la pandemia.

La nueva normalidad

No podemos leer el futuro en una bola de cristal. Los modelos de trabajo híbridos están en boca de todos. ¿Cómo combinar las fases trabajando en casa totalmente concentrados y a solas con el diálogo creativo entre equipos? ¿Volverán los 12 000 empleados a sus puestos de trabajo? «El contacto personal con los demás es lo que nos ha hecho fuertes como compañía. Eso no va a cambiar. Encontraremos un equilibrio que fortalecerá de forma decisiva a nuestros empleados en su autonomía, del mismo modo que reforzará nuestro éxito sostenible como empresa», explica Holger Schötz. Está previsto elaborar en breve un nuevo acuerdo con los empleados y el comité de empresa en materia de «teletrabajo».